Sí, es la compañera inseparable de la pizza, pero también merece ser reconocida por sus propios méritos y comer sola, servida en triángulos pequeños o como parte de una picada, con otros vegetales
PORCIONES
-8+
Ingredientes
300 g de harina de garbanzos
800 ml de agua
200 ml de aceite de oliva
sal a gusto
pimienta a gusto
3 u de cebollas de verdeo
Para la guarnición
aceite de oliva a gusto
1 u de tomate
espinaca cantidad necesaria
1 u de diente de ajo
aceitunas a gusto
Sí, es la compañera inseparable de la pizza, pero también merece ser reconocida por sus propios méritos y comer sola, servida en triángulos pequeños o como parte de una picada, con otros vegetales
Preparación
Integrar la harina de garbanzo con el agua sin que se formen grumos, revolviendo con batidor de alambre. Incorporar 50 ml de aceite de oliva, salpimentar, integrar bien y reservar en la heladera (ideal de un día para otro para que se hidrate la harina).
Llevar una placa o pizzera al horno con el aceite de oliva restante y dejar que se caliente bien (este paso es fundamental para que la fainá no se pegue).
Picar las cebollas de verdeo, agregar a la mezcla de harina de garbanzo y volcar sobre la placa caliente con mucho cuidado. Cocinar unos minutos hasta que la fainá esté cocida.
Para la guarnición
En una sartén con aceite de oliva, dorar el tomate en gajos. Agregar las hojas de espinacas con ajo picado. Cocinar durante 30 segundos. Reservar.
Escurrir las aceitunas y secarlas en un bol en el microondas y luego picar con un cuchillo y espolvorear sobre la preparación.
Servir la fainá con los tomates y la espinaca y las aceitunas secas.
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