Fácil
Este plato oriental lleno de sabor despierta los sentidos con un particular ingrediente que le aporta mucha personalidad en la cocción ¡descubrilo!
PORCIONES
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Ingredientes
Para la marinada
- 2 cdas. de salsa de soja
- 1 cda. de mirin
- 1 cdta. de pimienta blanca
- 1 cdta. de sal
- 1 cda. de aceite de sésamo
Para la salsa
- 8 cdas. de vinagre de arroz
- 4 cdas. de azúcar
- 2 cdas. de salsa de soja
- 6 cdas. de kétchup
Para el pollo
- 600 g de patas de pollo
- 4 cdas. de aceite de maní
- 1 u de diente de ajo
- 1 cdta. de jengibre rallado
- 1 u de morrón verde
- 1 u de zanahoria
- 1 u de cebolla
- 1 cda. de aceite de sésamo
- 1 cda. de ciboulette
Este plato oriental lleno de sabor despierta los sentidos con un particular ingrediente que le aporta mucha personalidad en la cocción ¡descubrilo!
Para la marinada
- Mezclar todos los ingredientes y sumergir las patas de pollo en la marinada, enfilmar y dejar reposar en la heladera por 20 minutos.
Para la salsa
- Calentar el vinagre y mezclar junto con el resto de ingredientes. Reservar.
Para el pollo
- En un wok a fuego fuerte, dorar las patas de pollo bien escurridas con dos cucharadas de aceite de maní. Reservar.
- En el mismo wok calentar el resto del aceite y saltear por 2 minutos el ajo picado, el jengibre rallado, el morrón cortado en juliana, la zanahoria en rodajas y la cebolla en brunoise.
- Devolver el pollo al wok y añadir la salsa. Bajar el fuego a medio-bajo y tapar para que el pollo se cocine bien por dentro y la salsa espese.
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