Su nombre pisa cada vez más fuerte en la pastelería mundial. Con una trayectoria que comenzó a los 13 años, supo fusionar su herencia libanesa con la rica tradición puertorriqueña, creando postres que son un festín para los ojos. Su historia es un testimonio de pasión, perseverancia y creatividad.
Desde sus primeros pasos, ha creado postres emblemáticos que combinan su amor por la pastelería con la innovación. “Mi primer postre, el “Bachour Rocher”, fue inspirado en los chocolates Ferrero Rocher que tanto amaba. Hice una versión en formato de postre, combinando praliné de avellanas con mousse de chocolate. Fue un gran comienzo”, dice Antonio Bachour.
Su enfoque moderno y global se refleja en la fusión de la gastronomía francesa con influencias mediterráneas. Así, su carrera lo llevó a convertirse en uno de los pasteleros más influyentes del mundo, trabajando en restaurantes de Nueva York y Miami y siendo galardonado con premios como el Pastry Innovation Award 2024. Su filosofía combina sabor, estética y bienestar, demostrando que los postres pueden ser un deleite consciente.
“Ofrecemos platos como tartar y crème brûlée de foie gras, utilizando técnicas francesas, pero con un giro único. Incorporo ingredientes tropicales, como coco y mango, además de dulce de leche argentino”, explicó. La presentación de sus postres también es clave: “Me gusta incorporar colores vibrantes porque un postre sin color parece sin vida. Quiero que mis creaciones generen un ‘wow factor’”.
Sin embargo, la perfección en la pastelería no llega sin desafíos. Bachour revela que a veces un postre puede llevarle hasta tres meses para que salga perfecto. “El sabor, la textura y la estética son cruciales. Un postre que no se ve bien, no se vende”. La presión de crear postres visualmente atractivos es constante, pero Antonio lo considera una parte del proceso de mejora continua. “No siento que haya muchas frustraciones. Si algo no me sale bien, simplemente sigo intentando hasta lograrlo”.
Chocolate, verduras y licores en la pastelería contemporánea
Uno de los retos más grandes que enfrentó fue la creación de glaseados brillantes. “Fui de los primeros en implementar esta tendencia de glaseados coloridos. Al principio, me tomó mucho tiempo perfeccionar la técnica. Tenía que asegurarme de que mantuvieran su brillo durante varios días en la vitrina”, explica. Su esfuerzo valió la pena, y hoy en día, esa técnica es común en pastelerías de todo el mundo.
Reconocido a nivel mundial, Antonio recibió varios reconocimientos, pero para él, el verdadero premio radica en la inspiración que brinda a otros. “Cuando gané mi primer premio en 2018, no se trató solo del reconocimiento. Lo que realmente cuenta es el impacto que puedo tener en otros. Viajo a 40 países al año para compartir mi conocimiento y no escondo ningún secreto. Eso es lo que me impulsa a seguir innovando”. Consultado sobre si no tiene miedo de revelar su fórmula, Bachour negó rotundamente: “No, para nada. Estamos constantemente creando cosas nuevas. Lo que la gente está haciendo ahora, yo ya lo hacía hace cinco años. Siempre estamos innovando y creando tendencias. Ese es el secreto”.
El reconocido pastelero confesó que su ingrediente favorito es el chocolate, debido a su versatilidad. “Es fundamental en pastelería. Se puede combinar con todo, desde frutas hasta especias. Resalta todos los sabores y es esencial en muchas de mis creaciones”, aseguró.
Bachour reflexionó sobre la tendencia de incorporar verduras en los postres, una idea que cobró fuerza en la última década. “Creo que todos los chefs de pastelería redujeron el azúcar en un 50%. Nosotros prácticamente no usamos azúcar. En su lugar empleamos el azúcar natural del chocolate y las frutas, y solo utilizamos azúcar invertida para darle cremosidad”.
Con ingredientes como remolacha, zanahoria y calabaza en su repertorio, Bachour muestra su entusiasmo por esta evolución. “Me gusta mucho esta tendencia y creo que en 10 o 15 años veremos más postres con vegetales, ya que la gente está más consciente de la sostenibilidad y busca reducir el consumo de productos animales”.
En su búsqueda por alternativas más saludables, también exploró sustitutos para el huevo y la manteca. “Realicé una clase en Estados Unidos para chefs de restaurantes prestigiosos sobre cómo sustituir productos animales en postres plant-based. Usamos fibra de cítricos para reemplazar la textura y cremosidad de la yema de huevo y la mantequilla, y también inulina, que proviene de la raíz de achicoria, para montar nata con proteínas de papa, logrando una textura similar a la nata sin grasa”.
“En Europa ya hay muchos restaurantes que sirven postres elaborados con espárragos, que, al igual que el repollo y la coliflor, ofrecen una textura espectacular”, sostuvo. Con esta visión, anticipó un futuro donde los ingredientes vegetales jugarán un papel protagónico en la pastelería.
Una pasión heredada
Desde sus inicios, Bachour fue influenciado por la pastelería familiar. “Mis padres tenían una pastelería y siempre había un postre en la mesa. Mi mamá mezclaba recetas libanesas con la comida criolla puertorriqueña. Un día había baklava, al siguiente tres leches”. Esta combinación de sabores y tradiciones no solo alimentó su amor por los dulces, sino que también sentó las bases de su futura carrera.
Sin dudar se inscribió en una escuela culinaria en Nueva York, donde trabajaba arduamente, haciendo pasantías. “Llegaba a trabajar entre 15 y 18 horas diarias”.
Su carrera despegó rápidamente. Trabajó en restaurantes con estrellas Michelin, pero su pasión por la pastelería en hoteles lo llevó a abrir el W en Miami y más tarde al Trump Hotel en Nueva York. Planea desembarcar en un barrio top de Buenos Aires con “Bachour”, su marca gastronómica que es un éxito en Miami.
A lo largo de su trayectoria, cosechó numerosos reconocimientos que consolidan su reputación en la industria. En 2018, fue distinguido como el Mejor Pastelero del Mundo, un honor que marcó un hito en su carrera. Al año siguiente, la prestigiosa revista Esquire lo nombró Mejor Chef Pastelero de 2019, destacando su habilidad y creatividad. En 2022, recibió nuevamente el reconocimiento de Mejor Pastelero del Mundo por parte de The Best Chef Awards, reafirmando su posición como líder en el ámbito de la pastelería. Más recientemente, en 2024, fue galardonado con el premio a la Innovación Pastelera de La Liste, presentado por Cacao Barry, un testimonio de su constante búsqueda por reinventar y elevar el arte de la pastelería.
“Es importante elegir el postre que complemente la comida. Por ejemplo, si comiste algo ligero, un helado fresco con frutas puede ser ideal. En cambio, si estuviste en un restaurante, los postres más elaborados son lo apropiado”.
Sobre el uso del alcohol en los postres, Bachour compartió que le gusta incorporar sabores como piña colada o mojito, a pesar que él no bebe. “Creo que estos sabores son interesantes porque la gente ya los conoce”, señaló. Además, le gusta experimentar con clásicos como el sabayón italiano y otros postres que imitan cócteles. “Crear un postre inspirado en piña colada es sencillo: podes combinar coco y piña en un cremoso o mousse, y añadir un poco de ron para darle el toque final. Lo mismo ocurre con un mojito. Incorporar licores añade un toque especial a las creaciones pasteleras”, agregó.
La evolución de un maestro pastelero
La evolución de su estilo se reflejó también en su proceso creativo. “La pasión es fundamental para la creatividad. Sin pasión, no hay creatividad. Encuentro inspiración en cualquier lugar: en una flor, un cuadro o incluso en una conversación”, explicó.
A medida que la pastelería evoluciona, Bachour se mantiene a la vanguardia de las tendencias. “Los vasitos o “verrines” son una tendencia que me cautivó. Permiten mostrar las texturas y capas de manera clara. Empecé a experimentar con esto hace años y he visto cómo se ha popularizado”, dice.
Antonio Bachour es más que un maestro pastelero; es un innovador que ha sabido transformar su amor por la pastelería en un arte que inspira a otros. Su historia muestra que la perseverancia, la pasión y la creatividad son esenciales para alcanzar el éxito. Con cada postre, Antonio no solo alimenta el cuerpo, sino también el alma, compartiendo un pedacito de felicidad con quienes disfrutan de sus creaciones.
Foodit, la nueva plataforma de recetas de La Nación
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