Son una de las festividades más esperadas del año y para las que siempre surge una preguntas recurrente al organizar la cena. ¿Cuál es el mejor momento para comenzar a comer? Las respuestas a esta interrogante no son universales, ya que dependen de diversos factores, como la ubicación geográfica, las tradiciones locales y, por supuesto, el clima.
Para esclarecer todas estas dudas, Foodit conversó con Geo Molfa y Caro Gras, directoras de Ceremonias Mágicas, un estudio especializado en la planificación de eventos, quienes nos dieron su perspectiva profesional sobre cómo manejar los horarios y rituales de la cena navideña.
El horario ideal para empezar a comer
El horario para comenzar la cena de Navidad varía notablemente según la región del mundo en la que se celebre. Como explica Caro Gras, “el horario para despedir el año viejo es siempre relativo a la región donde las personas habitan, y sumado a eso, las costumbres y tradiciones de cada lugar”.
En el hemisferio sur, donde el clima cálido predomina durante las festividades, especialmente en países como la Argentina, el inicio de la cena suele ser más tardío. “En estos países, el promedio es entre las 9 y las 10 de la noche, aunque en muchos casos, se comienza aún más tarde, debido al calor y al hecho de que oscurece más brindis”, señala Gras.
Por otro lado, en el hemisferio norte, donde el invierno impera en esta época del año y las temperaturas son más frías, la dinámica cambia por completo. En lugares con temperaturas bajo cero y con menos horas de luz natural, “el horario de la cena puede comenzar incluso a las 4 de la tarde”, dice Geo Molfa. Este contraste se debe a la combinación de factores climáticos y culturales, que influyen en los horarios de la comida.
Un dato no menor es cómo manejar los tiempos de la comida para que esté lista a la hora indicada. Lo recomendable es preparar la cena con un día de anticipación y guardarlo en la heladera. El día del evento, sugieren retirar la comida del frío dos horas antes de servirla y dejarla en un lugar fresco para así poder contar con espacio para guardar los postres y bebidas en la heladera. Desde luego que esto se evaluará en función de la temperatura de ese día y el tipo de comida que se servirá.
El orden en que se sirve la comida
El orden en que se sirven los platos en la mesa navideña también es fundamental para asegurar una experiencia armoniosa. En muchas familias, los anfitriones eligen un criterio práctico para decidir el orden de servicio, como la edad o la comodidad de los comensales. Protocolo.org- el portal enciclopédico y divulgativo sobre protocolo oficial, social y empresarial- explica que, en general, se suele comenzar sirviendo a los miembros mayores de la familia, como abuelos, padres y tíos, y luego seguir con los más jóvenes. Si bien no es necesario seguir estrictas reglas de protocolo en un encuentro familiar, esta práctica de servir primero a los mayores ayuda a garantizar que todos tengan tiempo para disfrutar de la comida.
En ocasiones, si el espacio lo permite, el servicio puede comenzar de forma lineal, siguiendo un orden determinado, y generalmente se realiza en sentido contrario a las agujas del reloj. Además, es recomendable que sean los anfitriones o algún invitado de confianza quienes se encarguen de servir, para evitar el desorden que puede ocasionar que todos los comensales se acerquen a las fuentes de comida al mismo tiempo.
En cuanto a los niños, siempre se debe evitar que se sirvan por sí mismos; es mejor que los adultos se encarguen de esta tarea, para garantizar que todos reciban lo adecuado y que el servicio sea organizado.
El tiempo entre platos
Otro aspecto fundamental para que la cena fluya sin contratiempos es el tiempo adecuado entre cada plato. “Lo ideal es que haya entre 30 y 40 minutos entre la entrada, el plato principal, el postre y el brindis”, según Molfa. Sin embargo, la duración de estos intervalos depende de la cantidad de comensales y si la tradición familiar incluye una gran variedad de pasos en la comida. “Algunos menús navideños, especialmente en celebraciones más grandes, pueden ser más extensos, pero es importante no apresurar los tiempos y permitir que cada plato se disfrute”, agrega.
El postre y los regalos
En cuanto al momento para disfrutar del postre, la respuesta varía nuevamente según las costumbres locales. En lugares más cálidos, como en Argentina, es habitual que el postre se sirva después de abrir los regalos, coincidiendo con el final del brindis. “El calor extremo de la noche navideña influye en los horarios, y muchas veces se opta por disfrutar del postre después de compartir los regalos”, aclara Molfa.
Por otro lado, “en regiones frías, el postre se consume antes de abrir los regalos”, explica Gras. Esto se debe a que, en esos lugares, las celebraciones se alargan más, y es común que la gente espere hasta más tarde para abrir los obsequios. “En algunos países, los regalos se abren incluso a la mañana siguiente, antes del desayuno”, señala.
Cómo hacer para que los niños lleguen bien a las 12
Uno de los retos más comunes en las celebraciones navideñas es hacer que los más pequeños de la casa lleguen con energía a las 12 de la noche, el momento de mayor euforia. “Todo depende de las edades y del horario de inicio de la cena”, explica Gras. “Lo ideal es que los niños hagan una siesta durante la tarde para llegar bien despiertos a la medianoche”. Sin embargo, en algunas regiones donde las cenas empiezan más temprano, los niños suelen dormir antes de la medianoche y abren sus regalos a la mañana siguiente, lo que también forma parte de una tradición.
En resumen, si bien las tradiciones varían según el lugar y la cultura, la cena de Navidad sigue siendo un evento centrado en la familia, la comida y la celebración conjunta. Desde el horario de inicio hasta el tiempo entre platos, cada detalle debe ser pensado para asegurar que todos disfruten de la velada, sin importar las costumbres específicas de cada región. Como concluyen Molfa y Gras, “más allá de las diferencias culturales y climáticas, lo más importante es compartir y disfrutar en compañía de los seres queridos”.