Con el sabor y el perfume cítrico de la fruta estrella del otoño; su textura suave y esponjosa lo convierte en el compañero ideal para disfrutar una tarde con una taza de café humeante
Con el sabor y el perfume cítrico de la fruta estrella del otoño; su textura suave y esponjosa lo convierte en el compañero ideal para disfrutar una tarde con una taza de café humeante
Preparación
Precalentar el horno a 170°C y preparar un molde de budín inglés nro. 4, humedeciéndolo con rocío vegetal primero y, luego, forrando la base con papel manteca enmantecado.
Cernir las harinas, la sal y el polvo de hornear. Reservar.
Separar las yemas de las claras. Reservar.
Batir el azúcar con el aceite hasta lograr una mezcla homogénea. Agregar las yemas de a una, batiendo bien con batidor de alambre para que la preparación quede más aireada.
Añadir la mezcla de harinas alternando con el jugo de naranja, terminando siempre con lo seco. Incorporar la esencia de vainilla e integrar bien.
Batir las claras a nieve y agregar a la mezcla anterior, con movimientos envolventes.
Colocar en el molde y hornear una hora más 15 minutos, o hasta que al introducir un escarbadientes, salga seco.
Sacar del horno y esperar 15 minutos para desmoldar.
Espolvorear el budín con el azúcar impalpable cuando esté totalmente frío y servir.
Tips
Al día siguiente. Este budín queda mucho mejor de un día para el otro porque toma cuerpo y concentra sabor.
Punto letra. El glaseado del budín debe ser generoso para que quede blanco y firme. Lo ideal es que con la mezcla se pueda dibujar una letra con una cuchara.
Glaseado. El budín se puede terminar con azúcar impalpable más licor de naranjas o jugo de naranja. Es recomendable poner el azúcar impalpable en un recipiente e incorporar de a gotas el licor o el jugo (4 cdas.) hasta lograr la textura deseada, que puede ser más espeso y blanco o más líquido y transparente.
La receta está calculada para cocinarse en un molde de budín inglés Nº 4.
Curiosidades
Premezcla sin T.A.C.C. Es una preparación a base de harinas sin gluten. Vienen hechas o se pueden preparar en casa. Las más comunes contienen harina de maíz, harina de soja, harina de papa, fécula de mandioca y almidón de maíz. También pueden contener goma xántica, leche en polvo, polvo para hornear, entre otros ingredientes.
Mandioca. Este tubérculo leñoso se puede disfrutar en numerosos formatos y ofrece suculentas dosis de hidratos de carbono y almidones de alto valor alimentario. Su harina es muy utilizada para quienes sufren de intolerancia al gluten. Platos emblemáticos: ¡chipá y mbeyú! dos clásicos de los pueblos guaraníes.
Será necesario chequear que todos los ingredientes sean aptos para celíacos.