De mil colores, con decoración de fantasmas, ojos y huesitos, estos pequeños budincitos son geniales para despertar la imaginación y jugar con los más chiquitos en la cocina
De mil colores, con decoración de fantasmas, ojos y huesitos, estos pequeños budincitos son geniales para despertar la imaginación y jugar con los más chiquitos en la cocina
Preparación
Para los cupcakes
Precalentar el horno a 180°C y colocar los pirotines en el molde de muffins.
Mezclar en un bol el azúcar, la harina, el cacao, el almidón de maíz, el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio y la sal.
Añadir el aceite, el huevo, la yema y la esencia de vainilla; mezclar bien hasta que quede una mezcla homogénea.
Añadir la leche poco a poco mientras se sigue mezclando hasta que vuelva a quedar todo uniforme.
Añadir el café de a poco (también se puede utilizar agua caliente) y mezclar bien.
Llenar los pirotines entre la mitad y 2/3 de su capacidad.
Hornear durante aproximadamente 20 minutos o hasta que al introducir un palillo, este salga seco.
Dejar atemperar los cupcakes antes de decorarlos.
Para el buttercream
Colocar la manteca pomada en un bol y mezclar con un batidor de alambre o con una batidora eléctrica hasta que esté cremosa.
Añadir el azúcar impalpable y mezclar bien hasta que la mezcla quede blanquecina.
Añadir la leche, la esencia de vainilla y el colorante deseado. Si se quieren hacer distintos colores, separar la mezcla en distintos bols y añadir distintos colorantes.
Pasar la mezcla a una manga con pico rizado y cubrir los cupcakes.