“Mi amor por la cocina empezó comiendo, como creo que les pasa a todos en gastronomía”, dice la cocinera e influencer Karina Gao. Los aromas y sabores de los mercados por los que paseaba de pequeña en China, su tierra natal, se imprimieron en su ADN y la llevaron a perseguir el sueño que hoy cobra forma: abrir su propio restaurante de comida china tradicional.

Sin embargo, su camino laboral no siempre tuvo a la cocina en su norte. Primero, las tradiciones familiares y parte de su deseo la llevaron a estudiar Economía empresarial, carrera en la que creció hasta obtener un máster de E management en una de las mejores universidades de Europa y una oferta laboral de una multinacional. “Me gustaba la parte empresarial, pero la realidad es que el corazón siempre tira. Después terminé haciendo muchas cosas relacionadas con lo que estudié, pero desde la gastronomía”, explica. Para disgusto de su familia, Karina rechazó la propuesta de trabajo y en 2009 volvió a la Argentina que la había visto crecer.

Como el de muchos cocineros, su gran meta fue abrir su propio restaurante. “Cuando empecé me decían que era muy joven y que no querían gente inexperta alquilando sus locales, la pasión no alcanzaba”, recuerda.
Las redes sociales fueron su puente a la visibilidad ante el público y una oportunidad de seguir aprendiendo. “Producir contenido nueve años me dio una formación y una escuela importante de la cocina”, cuenta. Quince años después de sus primeros pasos culinarios, vuelve más fuerte, preparada y formada -en sus palabras- y está a punto de cumplir su sueño: está construyendo su primer y tan deseado restaurante en una casona reciclada de Belgrano. “Siempre quise abrir un restaurante chino porque no hay”, afirma con convicción.

“Son las comidas que hago para mis amigos”
En Gāo, el restaurante que lleva su apellido y pronto abrirá sus puertas, se servirán platos clásicos de las distintas regiones chinas. “Son las comidas que hago para mis amigos argentinos y que cuando llegan a casa, se preguntan `¿Cómo puede ser que no haya probado esto antes? ¿Dónde se puede comer?´. Forman parte del menú de los restaurantes pero no se piden”, revela la cocinera.
Entre los platos que ofrecerá, se destacan el cerdo agridulce, un clásico con su versión china auténtica, y el pollo tres aromas, que combina salsa de soja, aceite de sésamo y vino con un toque de albahaca. También habrá baby ribs, una receta que le recuerda a su infancia. “Es un plato que me encanta y que también disfrutan mis hijos. A diferencia de la versión americana con barbacoa, esta se prepara con salsa de soja, logrando un caramelizado y un aroma únicos, pero lo que más lo diferencia es que ¡es la receta de mi mamá!”, dice con orgullo.

Además, su propuesta gastronómica incluirá opciones para diferentes públicos. “La idea es que todos puedan disfrutar. Habrá platos veganos y opciones libres de gluten, para lo cual nos asesoramos especialmente”, señala.
Para ella, es fundamental diferenciar la gastronomía china de la genérica “comida asiática”. “Es como decir ‘comida latinoamericana’ y pensar que todos comen asado. Además, China es enorme y está dividida en ocho regiones, con costumbres culinarias muy distintas. Por ejemplo, en el norte se consumen más trigo y pastas y en el sur se inclinan más por el arroz, por lo que decir `comida china´ es igual de genérico que decir `comida europea´”, explica.
“Realzan todos los sabores”
Para quienes quieran iniciarse en la cocina china, su kit básico incluye tres ingredientes clave: salsa de soja, salsa de ostras y aceite de sésamo. “La salsa de ostras es perfecta para salteados, con solo una cucharada alcanza. Y el aceite de sésamo es como un perfume: solo una gotita al final del plato realza todos los sabores”, comparte. Además, propone aventurarse de a poco y probar nuevos ingredientes: “Hay gente que no sabe cómo es un corte de pescado diferente al filet”.

En China, los productos de los mercados que Karina visitaba de pequeña eran todos frescos. Quizás es por eso que recomienda visitar los sectores de productos frescos en el Barrio Chino porteño. “Argentina tiene una costa maravillosa y es una pena que no se disfruten más los pescados de calidad. Los exportan y afuera los valoran muchísimo”, dice.
Planificar para ahorrar
Una de las técnicas en las que Karina se convirtió en referente es el meal prep, la planificación de comidas para ahorrar tiempo y esfuerzo. “Yo lo hacía intuitivamente pero lo descubrí cuando fui a visitar a mis suegros a Francia, donde el tema ya estaba de moda”, cuenta. Después de años de perfeccionamiento, Karina revela las dos claves para incursionar en esta forma de adelantar la tarea en la cocina:
- Empezar de a poco. “Muchos quieren cocinar para toda la semana en dos horas y terminan agotados. Lo mejor es incorporar el hábito de manera intuitiva”.
- Ser eficiente. Karina recomienda preparar “un poquito de más” cada vez que se cocina. “Eso va a hacer que el esfuerzo y el gasto energético y monetario se minimice. Por ejemplo, si vas a hacer pastel de papa, hacé dos porciones en lugar de una. Si encendés el horno, aprovechalo al máximo con varias preparaciones a la vez. Y si preparás carne al horno, en lugar de hacer 1 kg prepará 1,5 kg y separalo en 4 o 5 porciones para guardar”, explica.

“La comida une a las personas”
Casada con un francés de origen italiano, la diversidad cultural también se refleja en su hogar. “A veces hago spaghetti con boloñesa y mi marido le pone picante chino, o le hago fideos salteados chinos y le pone queso rallado. En esos momentos le digo ‘¡decidite!’”, cuenta entre risas. Sus hijos, herederos de dos mundos gastronómicos, disfrutan por igual de una tarta argentina, un asado o un plato chino tradicional. “La comida trasciende las culturas y une a las personas. Para mí, es la mejor manera de compartir nuestras raíces”, piensa.
Si tuviera que rescatar los alimentos chinos más útiles y nobles, Gao elige las giozas -o ravioles chinos- para las viandas y el arroz. “El arroz siempre sobra y podés ponerle lo que quieras: sobras de asado cortadas en cubitos, unas arvejas y granos de choclo que podés tener en el freezer. Es mega práctico y cualquiera lo puede hacer”, opina.
Hoy, Karina Gao cumple su gran sueño con su nuevo restaurante. Con una propuesta que rescata la verdadera esencia de la cocina china, invita a los comensales a descubrir sabores únicos y platos que forman parte de su historia personal. “La vida te va llevando. Si esto hubiera pasado antes, tal vez no habría estado lista. Ahora sí, y eso es lo más importante”, finaliza.
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