La cocina es el espacio donde se preparan los platos más deliciosos para mimar a la familia o una persona especial. Pero ese mismo lugar también puede convertirse en un foco de bacterias si no se toman las medidas adecuadas. Mantener impecable este ambiente de la casa no siempre es tarea sencilla, más aún cuando se pasan varias horas ahí o son muchos los integrantes del hogar que hacen uso de él. Para hacerte la misión más fácil, en esta nota compartimos cinco reglas de oro que podés aplicar todos los días para que tu cocina siempre esté limpia.

Hay personas que apenas terminan de realizar el desayuno, almuerzo o cena dejan todo impecable. Pero también están los que solo lavan lo que utilizaron y no se preocupan por higienizar las superficies ocasionando que luego les dé más pereza o sientan que limpiar es un “dolor de cabeza“.
Cómo tener una cocina siempre limpia
Los expertos en orden, decoración y limpieza coinciden en que hay hábitos diarios que permiten tener la cocina limpia siempre, así como los utensilios y las superficies. ¡Tomá nota!
1. Lavarse bien las manos
La idea es hacerlo antes, durante y después de cocinar al menos 20 a 30 segundos con agua y jabón. Luego secate bien y procedé a preparar los alimentos. Además, si mantenés tus manos limpias, tampoco vas a ensuciar superficies u otros utensilios cuando los agarres.
2. Lavar siempre los platos y utensilios
Cada vez que termines de comer hay que realizar la limpieza con agua y lavavajillas. Esto no solo ofrece un mayor orden visual, sino que tendrás todo limpio y listo para usarlo después y evitarás la acumulación de comida en la bacha.
3. Mantené limpias las superficies y tablas
Todos los utensilios que entran en contacto con alimentos crudos deben ser limpiados con detergente tras su uso y luego secados. De igual maneras las mesadas donde se prepararon las comidas y las tablas donde se picaron las verduras o carnes.
4. Limpiá mientras cocinás
Una buena práctica es actuar en el momento e ir limpiando a la vez que vas cocinando. No dejes que la suciedad y las manchas se impregnen en las superficies y se conviertan en permanentes.
5. No te olvides del tacho de basura y la heladera
El tacho de basura debe ser limpiado al menos una vez a la semana con agua tibia y detergente y cambiar constantemente la bolsa donde se arrojan los restos de alimentos. En cuanto a la heladera, limpiala una vez al mes y revisá siempre que los alimentos no estén caducados porque producirán malos olores.
A estos trucos también le podés añadir una buena recomendación: cerrá tu cocina como si fuera un restaurante. ¿Qué significa? Es tan sencillo como repasar las superficies con un limpiador multiusos, barrer, vaciar el lavavajillas o no dejar platos por lavar en la bacha. Esto te evitará luego ‘patalear’ con la limpieza general del área.

Qué tener en cuenta si querés remodelar tu cocina
Si en medio de la constante limpieza de este espacio notás que ya no es de tu agrado y querés darle un giro total, hay algunos puntos a tener en cuenta al momento de renovarla. Es fundamental considerar diferentes aspectos para lograr un espacio práctico, funcional y estéticamente agradable.
Un punto importante es optimizar la distribución y elegir un diseño funcional. El llamado “triángulo de trabajo”, que conecta el lavadero, la cocina y la heladera, debe ser eficiente para reducir el tiempo de desplazamiento entre las áreas principales. Este principio básico de diseño asegura que todo lo que se necesite esté al alcance.
Adicional a esto hay que elegir materiales duraderos y de calidad como mesadas resistentes al calor y la humedad, y muebles de materiales fáciles de limpiar y que soporten el uso diario; considerar el almacenamiento con estantes extraíbles, organizadores para cajones y despensas modulares permitirá aprovechar al máximo el espacio disponible y mantener todo en orden.
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