Proveniente de Italia y adoptada por los argentinos, la milanesa se ha convertido en un plato fundamental de la gastronomía casera que se ha adaptado a los gustos locales y hoy se sirve de diversas maneras: con papas fritas, a la napolitana, al pan, acompañada de fideos, entre otras.
La milanesa es un plato sencillo y fácil de preparar, lo que la convierte en una opción perfecta para cualquier comida rápida y sabrosa. Con solo algunos ingredientes, se puede lograr un plato delicioso que conquista a todos. Sin embargo, aunque su receta básica es simple, existen algunos trucos que marcan la diferencia y pueden llevar a la milanesa de un buen plato a uno excepcional.
Empezando por el exterior: el empanado, te dejamos algunos tips para que el rebozado de tus milanesas sea digno de aplausos y elogios.
Trucos para que no se despegue el rebozado de la milanesa:
- Retirar todos los nervios de la carne: es importante quitar los nervios, tendones o partes duras de la carne antes de comenzar a empanar. Esto se debe a que, cuando se cocinan, los nervios se contraen y pueden provocar que la carne se encoja, lo que a su vez puede hacer que el pan rallado se desprenda. Al eliminar estas partes, no solo se mejora la textura de la carne, sino que también se asegura que el empanado se adhiera mejor y no se pierda durante la cocción.
- Secar bien la carne antes de rebozar: la carne puede soltar algo de líquido, especialmente si es carne de pollo o cerdo. Este exceso de humedad puede interferir con el proceso de empanado e impedir que el pan rallado se adhiera correctamente. Usar papel absorbente para secar bien la superficie de la carne es un paso esencial para lograr una capa crujiente y firme de pan rallado.
- Pasar por harina antes de por el huevo y el pan rallado: este truco es clave para asegurar que el rebozado se adhiera mejor. Pasar la carne por harina ayuda a secarla aún más y crea una capa ligera que permite que el huevo y el pan rallado se peguen con más firmeza. La harina actúa como una especie de “pegamento” que hace que el pan rallado se adhiera de manera uniforme, evitando que se desprenda durante la cocción.
- Reservar las milanesas rebozadas en la heladera: después de empanar la carne, es recomendable dejar las milanesas reposar en la heladera durante al menos 20 minutos. Este tiempo de reposo ayuda a que el rebozado se asiente y se adhiera mejor a la carne. Además, los expertos dicen que todo lo que pasa por el aceite caliente debe estar frío. Es justamente el contraste de temperatura lo que hace que las milanesas se sellen rápido y absorban menos aceite.
- No moverlas demasiado durante la cocción: una vez que las milanesas se encuentren en la sartén o la freidora (tanto el aceite como la bandeja deben estar bien calientes), es crucial no moverlas en exceso. Dejar que se cocinen bien de un lado antes de darles vuelta ayuda a que el rebozado no se despegue. Si se mueven demasiado pronto, el pan rallado puede despegarse. Lo ideal es darles la vuelta con cuidado, asegurándose de que queden doradas y crujientes de ambos lados.
Receta de milanesa de pollo a la napolitana
Como en el bodegón, con salsa de tomate, jamón y queso gratinado, un lujo para disfrutar despacito, con papas fritas o puré.
Receta de sándwich de milanesa completo
Con carne de nalga y los mejores ingredientes: pan, lechuga fresca, tomate, jamón, queso y un toque de mayonesa. Un clásico siempre ganador.
Receta de milanesas de carne en freidora de aire
Salen crujientes y sequitas por fuera. Son más saludables que las clásicas fritas ya que solo necesitan una rociada de spray vegetal. Perfectas para servir con papas o batatas fritas, ensaladas o cortar en tiritas y ofrecerlas en una picada
Podés encontrar más recetas de milanesas y una gran variedad de platos en Foodit, la nueva plataforma de recetas de LA NACION.